domingo, 17 de noviembre de 2013
Un aeródromo en Sesma: Qué peligro...
El pasado 15 de noviembre publicaba este Diario un artículo con el título “El club de vuelo de Sesma tramita la apertura de un aeródromo público”
Voy a intentar reflejar las inquietudes que me surgen de la mera lectura del artículo.
En 2005 se constituye el club Los Pelícanos que actualmente tiene 25 socios y una escuela de pilotos de ultraligeros. En 2010 y tras cuatro años de gestiones administrativas (lo cual no me sorprende en absoluto) se inaugura el campo de vuelo con una pista de 430 m., cinco hangares y un pequeño edificio para oficina y escuela.
Hasta aquí todo me parece fenomenal. Varias personas con unas inquietudes montan un club que es totalmente financiado por los socios. Como debe ser.
Me comienzo a inquietar cuando leo “…proyectan convertirlo en un aeródromo público, lo que permitirá el aterrizaje de muchas más aeronaves… una posibilidad que hasta ahora no existe”
Y cuando sigue… “La propuesta del club de vuelo ha sido recogida por el Ayuntamiento de Sesma que la apoya en las gestiones de tramitación de esta iniciativa” y que “La idea ha sido bien recibida en el Ejecutivo, tanto, que la Agencia Navarra de Emergencias (ANE), ha mostrado su disposición a participar en una ampliación….” puesto que “… el movimiento de helicópteros de extinción de incendios está limitado por las disponibilidades aeroportuarias de Pamplona y Logroño”
El promotor dice que “demanda existe”, que “hay muchas restricciones para las aeronaves privadas que necesitan llegar a esa zona”, y que “…en el aeropuerto de Logroño sólo se puede operar una hora por la mañana y otra por la tarde”, y continúa diciendo que “Sesma se convertiría no sólo en el primer aeródromo navarro, sino en uno de los pocos de la zona norte…”
Más adelante indican que “precisan construir una pista de 900 m. que costaría entre 80.000 y 100.000€. Los participantes en la financiación también están por determinar. La promoción la emprende, en principio el club de vuelo, que espera contar con la ayuda del Ayuntamiento y de la ANE ” (o sea Gobierno de Navarra)
Pero cuando detallan las posibilidades empresariales no me tranquilizo pues “…la empresa de helicópteros Bell se ha interesado por si pudiese instalar un taller de mantenimiento de sus aparatos”. También los chinos se interesaron por montar una fábrica de autobuses eléctricos en Tafalla…
Que “Las facilidades de transporte también interesan a algunas empresas cercanas como el Circuito de Navarra (Circuito que está, como saben, a rebosar de actividad), alguno de cuyos usuarios viajan en aeronaves privadas. Sin ir más lejos el piloto Sebastián Loeb tuvo que aterrizar en Pamplona y de haber estado operativo ese aeródromo habría podido aterrizar en Sesma” (sin comentarios…)
Me cuesta creer que para que puedan aterrizar unos pocos helicópteros y avionetas, en lugar de solucionar los problemas para que aterricen en Logroño (Agoncillo), (que está casi sin actividad), o en Noain (que ya sabemos qué grado de actividad tiene) y que se encuentran a 40 y 63 km. respectivamente de Los Arcos (que parece ser el polo de atracción) se pretenda construir un aeródromo.
Pero bueno, ese es un tema que no conozco y que los promotores habrán estudiado con detenimiento. Creo que la iniciativa privada es imprescindible, porque es la que mueve la mayor parte de la economía, por eso me parece muy bien que si los promotores ven negocio en ello pues que monten ese aeródromo, que lo rentabilicen y que ganen mucho dinero, pues eso es bueno al final para todos.
El Ayuntamiento de Sesma y el Gobierno de Navarra que ayuden no poniendo trabas administrativas y ayudando a superar las que otros organismos les impongan, que ya sería bastante.
Se me viene a la memoria la historia de un constructor de Viana que se le ocurrió la idea de montar un circuito de velocidad en Los Arcos, que sería el único de la zona norte, que iba a traer la tira de gente pues iban a organizar carreras a mogollón y que eso iba a representar dinero para Navarra etc. etc. Quizás también recuerden que el proyecto fue creciendo más y más, y que entró el Gobierno de Navarra (como todos sabemos, buen conocedor del sector de circuitos de carreras) en el mismo y luego ese constructor se esfumó y le dejó con el “muerto” al Gobierno (o sea a todos nosotros) y que luego se puso en explotación perdiendo todos los años millones de euros y, precisamente en estos días, trata de quitárselo de encima, pero eso sí, soportando nosotros las amortizaciones y los gastos financieros (pues se entrampó para construirlo). ¿No creen que quizá a la larga pudiera existir cierto paralelismo?
Así pues, lo único que le pediría al Gobierno de Navarra es que, si entrase al trapo, sería conveniente que designasen de entre los funcionarios o políticos a unas personas que se sacasen los títulos de piloto y practicasen en alguna empresa del sector para estar preparados por si un día se tuviesen que hacer cargo del aeródromo. Como esa previsión no la tuvieron con Los Arcos, ahora tienen que buscar una empresa externa que lo gestione en lugar de hacerlo nuestros propios funcionarios o políticos si se hubiesen curtido previamente en las carreras de fórmula 1
lunes, 7 de octubre de 2013
Polémica en Pamplona: peatones y ciclistas
Casi no hay semana en que no venga en cartas al director algún escrito de peatones clamando contra los ciclistas que usan las aceras para desplazarse.
En pocos años, y debido en gran parte al impulso dado por los Ayuntamientos, se ha pasado de un uso testimonial a uno intensivo de la bicicleta en la ciudad. Esa respuesta masiva de los ciudadanos ha cogido por sorpresa a los Ayuntamientos, que ahora no saben cómo digerir ese incremento de circulación, pues las normas y espacios de circulación no se han previsto. Les ha cogido el toro.
Dicen que tenemos (y me lo creo) cientos de kilómetros de carril bici, pero están la mayoría en la periferia, y cuando alguno de ellos llega al centro, ahí viene el desmadre pues sólo es posible circular por las aceras, con el consiguiente enfado del personal.
Hace unos días me tomé la molestia de hacer un inventario de todas las calles del primero y segundo ensanche, que (aparte del casco antiguo) es donde está el mayor problema para la circulación de las bicicletas.
Me salen un total de 30 calles, que si restamos 4 que están peatonalizadas, quedan 26 donde se circula.
Pues bien, de esas 26, en 23 se aparca en batería en alguno de los lados y en 3 se aparca sólo en línea. Además las calles en las que se circula en 2 vías son 10 y en una sola vía 16, lo que nos da el total de las 26 citadas calles.
Bueno pues, con estos datos, que pueden tener algún error, pues hice el inventario en un par de horas, me atrevería a proponer a nuestro Ayuntamiento una solución rápida y económica para evitar que nos enfrentemos peatones y ciclistas que es lo que actualmente se está fomentando al no dar soluciones.
La propuesta sería eliminar los aparcamientos en batería y convertirlos en aparcamientos en línea. Con el espacio que se gana da para poner un carril bici. Esto no es descubrir América, pues el Ayuntamiento hace tiempo que lo hizo en la calle Abejeras y Fuente del Hierro como mínimo. El aparcamiento en batería es más peligroso que en línea, pues al salir no se ve si vienen vehículos, además, muchas veces la longitud del coche o furgoneta es tal que invade e invalida la circulación por una vía. Baste con ir por Amaya o P. Caballero par ver que de las dos vías, una está inutilizada por los que salen demasiado o por los que aparcan “un minuto pues total hay otra vía para circular…”
La estructura de las calles sería, de derecha a izquierda: acera, carril bici, aparcamiento en línea, vías de circulación (1 ó 2), aparcamiento en línea y acera.
El carril bici estaría siempre a la derecha y la separación de este con la zona de aparcamiento en línea se resolvería con unos separadores de plástico atornillados al suelo y con una altura tal que impidiesen que al abrir la puerta derecha de los coches se invadiese el carril bici, evitando los accidentes por ese motivo.
En las cuatro calles peatonales que existen en la actualidad, es cuestión de coger unos cubos de pintura y delimitar claramente el carril bici (darse una vuelta por San Sebastián si ir más lejos).
Al que usa la bicicleta no le hace gracia ir por aceras ni por calles peatonales en las que no se señale el carril bici, con el riesgo de ser increpado por peatones (lo que sucede con bastante frecuencia). Cada vez vemos a más mujeres y hombres de todas las edades que usan ese medio y no son unos locos que ponen en peligro a los peatones. Los que hacen eso suelen ser el tipo de gente que va en moto sin tubo de escape o llevan el coche con una música a toda máquina, etc., por tanto la excepción.
Con esta solución quitamos, evidentemente, plazas de aparcamiento, pero todo no se puede tener y hay que saber si lo que queremos es tener calles que son meros almacenes de coches o tener una ciudad equilibrada en cuando a movilidad.
Las ciudades en un comienzo estaban diseñadas para los peatones y carros. Poco a poco el automóvil se ha adueñado de las mismas, pretendemos llegar hasta la puerta con el coche y si no subimos hasta el piso es porque no cabe en el ascensor. Mi experiencia profesional me ha enseñado que normalmente para solucionar los grandes problemas hay que hacer las cosas al revés de como se están haciendo. Si quieres descongestionar las carreteras hay que quitar camiones de las mismas (favorecer el transporte por ferrocarril) y no construir nuevas o ampliar las existentes. Si quieres descongestionar las ciudades debes prohibir o limitar el acceso de vehículos y no ampliar los accesos y construir parkings de rotación, pues es la pescadilla que se muerde la cola. Si hay sitio voy con el coche, y como vienen muchos coches hago más carreteras y aparcamientos… y así hasta el infinito.
Además tenemos ejemplos de cómo se mueven los coches en función de las normas de aparcamiento. Por ejemplo ahora que se ha puesto zona azul en San Juan, hay sitio para aparcar que da gusto. Me pregunto, ¿dónde habrán dejado los coches los que los tenían aparcados hasta antes de esa norma?. Pues lo habrán dejado más lejos o no lo sacarán de casa y tomarán el transporte público.
Otro ejemplo al contrario. Hace unos cinco años cuando se iba a hacer el parking de la calle Olite, sin anuncio previo, se quitó un carril en la calle Media Luna y se habilitó para aparcamiento en línea. Se empezó a pintar a las 8 de la mañana y para las 11 estaba todo ocupado. Y yo me preguntaba ¿dónde estaban ayer todos estos coches?, pues 100 o 200 metros más lejos.
Claridad de ideas y celeridad en la toma de decisiones es lo que pediría a nuestras autoridades.
miércoles, 27 de marzo de 2013
El campo y la gran distribución
De vez en cuando aparecen en los
medios de comunicación noticias sobre la
situación del campo. Que si la leche se
paga a unos precios que no cubren los costos de los ganaderos; que si
los productores de frutas y verduras reciben unos precios irrisorios si se compara con lo que paga el consumidor final por ellos; que si
los precios de los cereales los fijan en
Chicago….
Está claro que en todos estos casos
los productores están a merced de las grandes industrias lácteas, de la gran
distribución o de las cuatro multinacionales que controlan el mercado del grano
a nivel mundial.
La solución al problema lácteo la
veo difícil, ya que, el negocio de la leche transformada (básicamente yogur y
derivados), que es donde se gana dinero,
está copado en España por dos o tres multinacionales francesas y por una suiza,
a las que difícilmente se pueden desbancar. Así pues, mientras las cosas no cambien, serán estas empresas
las que marquen los precios de compra de la leche a los ganaderos.
Ni qué decir del oligopolio de los
granos a nivel mundial que seguirá en manos de Cargill y compañia, por lo que
el agricultor tendrá que estar “a lo que manden”.
Nos quedan las frutas y verduras, es
decir los productos frescos, sin transformar. Estos se pueden vender en el mercado nacional o en el extranjero. A
nivel de exportación se conoce el potencial que tiene Almeria, pero yo al
menos, desconozco qué es lo que se hace en Navarra, quién exporta y volumen de
negocio.
Lo que pretendo aquí analizar son las
ventas de productos frescos en el mercado nacional y que, en un gran porcentaje,
llegan al cliente final de la mano de
las grandes cadenas de distribución, pues la venta directa no es significativa.
Estos productos cada vez tienen más
peso en la cesta de la compra, pues los
precios son cada vez más elevados y sin
embargo el productor no está satisfecho
ya que sus márgenes son mínimos respecto a los que obtiene la gran
distribución.
Creo que los productores tienen que
tratar de “puentear” a esa distribución y hacer la venta directamente.
Aquí es donde me atrevería a
proponer una solución que, a mi modo de ver, permitiría al productor tener un
beneficio justo y al consumidor pagar menos por el producto.
Se trataría de que los productores hiciesen
sus ventas, vía Internet, directamente a los consumidores finales, es decir: se saltasen a la gran distribución.
Algunos productores de naranjas, pescados y mariscos, “casheros” del País Vasco y de
otras regiones, ganaderos de carne (sobre todo cerdo) ya lo están haciendo,
pero al ser una oferta atomizada confieren al sistema tres importantes
debilidades que limitan su desarrollo. Una: el cliente tiene que hacer el
pedido a cuatro o cinco proveedores. Dos: al ser pedidos atomizados los
proveedores exigen unas cantidades mínimas, para hacer rentable el envío, que a menudo exceden
la capacidad de consumo de una familia.
Tres: cada proveedor envía sus pedidos separadamente, con lo que el cliente
tiene que estar en casa pendiente de cuándo le llegará la mercancía de cada uno
de ellos.
Si las Cooperativas liderasen esta
iniciativa y concentrasen la oferta de los productores, solucionaríamos de golpe los tres puntos débiles del actual sistema.
Uno: sólo habría que pedir a una o dos
cooperativas. Dos: se podrían servir pedidos más pequeños pues los envíos serían conjuntos para todos
los clientes. Tres: evitaríamos los envíos a cada domicilio (rebajando
costos de transporte), pues dichos pedidos serían depositados en locales estratégicamente situados y con amplio
horario de apertura, para que el cliente pasase a retirarlos a su comodidad,
sin tener que estar pendiente de los
horarios de entrega.
Bueno pues, este sistema que
propongo, hace unos días me enteré que los americanos lo llaman “capilaridad” y
ya lo están poniendo en marcha en su país,
de lo cual me alegro, pues suele suceder que, en el nuestro, las
novedades se aceptan mejor si ya están funcionando en el extranjero que
si se nos ocurren a los de aquí, por aquello de “que experimenten otros”.
No se si lo propuesto puede servir
para algo, pero lo que está claro es que los
agricultores y ganaderos no
pueden estar cruzados de brazos pidiendo
siempre soluciones al Gobierno. Tampoco tienen que esperar a que se legisle sobre la mejora del funcionamiento
de la cadena alimentaria: obligatoriedad de contratos por escrito, código de buenas prácticas,
tipificación de prácticas abusivas y control de incumplimientos con elevadas
sanciones. Hay tales grupos de presión implicados que la posible legislación
intentarán demorarla y limitarla en su beneficio.
Un planteamiento conjunto de UCAN,
Sindicatos agrarios, y otros organismos implicados podría ser el germen de este
proyecto. Todo menos quedarse parados.
Posibles mejoras del "puerta a puerta"
El
proceso de recogida de basuras domésticas hace unos años era el siguiente. Los
vecinos generaban la basura, la metían en unas bolsas sin hacer separación de
ningún tipo de residuos y la dejaban a partir de una cierta hora en unos
montones en la calle, donde, por la noche, era retirada por camiones normales.
La
visión no era muy agradable, pues esas bolsas a veces se rompían, rezumaban
líquidos que manchaban el pavimento, ocasionaban malos olores, etc.
El
siguiente paso fue instalar contenedores, con lo que se conseguía separar los
residuos (orgánico, envases, papel y vidrio) y además permitía sacar la basura
a cualquier hora. Por el contrario eso tenía un costo importante: instalación
de contenedores e introducción de camiones
prensa que el sistema anterior no precisaba. También se instalaron en
algunos lugares un tipo de contenedor que consistía en una especie de calcetín
que estaba enterrado y que tenía una boca exterior en la que se depositaban las
bolsas de basura. En ciertos puntos, por estética, se soterraron los
contenedores actuales, pero es carísimo.
La
basura que genera una familia es suya puesto que ella la produce y no se puede
desprender de la misma cuando le viene bien y dejársela a la sociedad, o sea ponerla
en la calle, con todos los problemas que ocasiona.
La
solución “puerta a puerta” tiene cosas buenas (se saca la basura a partir de una hora determinada, eliminando los contenedores; se separa en cuatro tipos
de residuos; se identifican los tipos de residuos por colores, etc.), pero también
tiene cosas no solucionadas (exposición de cubos con basura colgados en postes;
pensar qué días se tiene que sacar cada
tipo de basura; tener un lugar para ponerla cuando uno va a estar ausente y no
pueda sacarla en su día, etc,)
Los
problemas hay que solucionarlos en origen, así que voy a permitirme
brindar unas ideas sobre cómo veo el tema de recogida de basuras
domésticas, por si fuese de utilidad
para alguien.
Entregaría
a todas las viviendas, donde se implante el sistema, un contenedor con cuatro
departamentos (rechazo, materia orgánica, papel cartón y envases) provisto de
un sistema de pedal/prensa y un sencillo dispositivo para termosellado de las
bolsas. Estas bolsas, entregadas por el servicio de basuras, serían
biodegradables, de colores diferentes para cada residuo y con un código de
barras de gran tamaño.
Se
introduce cada residuo en su compartimento y seguidamente con la acción de un
pedal se prensa para sacar el oxígeno (evitamos olores) y hacer que quepan más
residuos. Cuando se ha llenado el mismo se termosella la bolsa.
Se
sacan a la calle a partir de la hora que
se señale y se amontonan en los lugares establecidos. Esas bolsas termoselladas
y con un grosor y características que las hiciesen prácticamente irrompibles,
no generarían ni olores ni derrames que pudiesen ensuciar la calle. También se
podrían amontonar correctamente pues, al estar prensadas, sería como poner un
ladrillo sobre otro, con lo que el “montón” no sería tan antiestético. Además
se podrían sacar todo tipo de bolsas cualquier
día de la semana.
Con este
sistema se evitan los problemas que, desde mi punto de vista, tiene el sistema
de recogida que plantean ahora.
Finalmente
la recogida de esos “montones de basura” la realizarían camiones normales, pues
como está ya compactada, no hace falta camión prensa, además al ir juntas
bolsas con distinto tipo de residuos no procedería meterlas en el mismo camión
prensa.
Al
llegar al depósito de basuras los
camiones volcarían todo en una cinta transportadora de la que, al leer los
códigos de barras que identifican cada tipo de bolsa, derivarían la misma para su
posterior tratamiento.
Si el
sistema funcionase, el siguiente paso sería que esas prensas fuesen un
electrodoméstico más a instalar en las cocinas, haciendo de forma automática y
más efectiva los procesos de prensado y termosellado.
En
cuanto a la separación del papel en bolsas yo sería partidario de dejarlo como
está, es decir que exista un contenedor para papel en la calle (que no plantea
problemas higiénicos) dejando por tanto la separación de basuras en casa
reducida a tres tipos, con lo que reducimos las medidas de ese contenedor.
Como
idea final y complementaria a lo anterior hay un tema de residuos (pilas y
aceites usados) que su recuperación se hace incómoda para el usuario (por tanto
tira el aceite por la fregadera y las pilas vete a saber a dónde van). La
recogida de pilas la haría colocando un pequeño recipiente adherido a las papeleras de la ciudad y serían
recogidas por el servicio de basuras que
vacía las mismas. En cuanto al aceite facilitaría un tipo de envase
único para que se vacíen los aceites
domésticos y se dejen junto con el resto de la basura para que sean
recogidos por los camiones
correspondientes.
Si
esta idea se llegase a aplicar, tanto
los cubos manuales como el futuro electrodoméstico, podrían ser fabricados en
la Barranca, que por su tradición industrial lo tendría fácil de realizar y
representaría un impulso para esa zona. No podemos esperar que venga gente de
fuera a darnos trabajo, lo tenemos que generar nosotros y quizá esto sería un ladrillo
más a colocar en la reconstrucción de nuestra Comunidad.
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