viernes, 9 de noviembre de 2012

¡Jubilados al poder!


“Jubilados  al poder” (JALP) podría ser la denominación de un nuevo partido, como primer paso para regenerar el espectro  político actual.

No es cuestión aquí de definir los estatutos del mismo, pero el ideario principal podría reducirse a defender “POR ENCIMA DE TODO” la JUSTICIA SOCIAL, la ETICA/MORAL y el SENTIDO COMÚN, conceptos suficientemente amplios como para que, dentro de ese partido, tengan cabida una gran parte de los españoles.

Para ser miembro de JALP sólo se exigiría ser mayor de  65 años. Cualquier miembro de JALP podría presentarse como candidato a cualquier elección, sin más que presentar su curriculum del que se deduzca que, por su vida laboral anterior, esté capacitado para ocupar el puesto al que opta. Los afiliados votarían sobre esas listas a sus candidatos  preferidos. Es lo que llamaríamos “primarias” y que  pocos partidos practican, pues las listas las impone “el aparato del partido”.

Otras características de JALP podrían ser: Nutrirse de las cuotas de sus afiliados, renunciando a cualquier financiación Estatal o de otro tipo. Asimismo se huiría de la burocracia y de los excesivos gastos de funcionamiento, realizando el máximo posible de su actividad a través de Internet y limitando la estructura administrativa asalariada, procurando la ayuda desinteresada de los propios afiliados.

Bueno pues, ya tenemos un nuevo partido, unos candidatos con capacidad demostrada elegidos por los afiliados y un partido austero que renuncia a cualquier tipo de subvención para así ser libre.

Bueno, y ¿por qué  va a haber ciudadanos (sean o no jubilados) que voten a JALP? ¿Qué  puede ofrecer  JALP de nuevo respecto a los partidos tradicionales?.

Se me ocurren varias  razones:

 

1.   Contra lo que pueda parecer, JALP sería el partido del futuro. Los jubilados lo que pretenden principalmente es poder seguir cobrando sus pensiones y tener una asistencia digna cuando la precisen (ley de dependencia). El jubilado ya ha terminado su vida laboral y mejor o peor ya tiene su futuro decidido. Su verdadero problema, es  el futuro de sus hijos (que con demasiada frecuencia los tiene parados y a su cargo) y de sus nietos. Por tanto, una posible victoria de JALP, no implicaría que iban a tratar de aumentar sus pensiones a costa de lo que fuese, sino que tratarían de crear un país justo, solidario y con un futuro ilusionante. Por el contrario los partidos actuales ya sabemos lo que dan de sí y suelen trabajar a corto plazo pues parece que sólo  persiguen perpetuarse en el poder.

2.   JALP podría disponer de los mejores profesionales. Hay cantidad de personas de todo tipo (directivos, ingenieros, economistas, médicos, científicos, catedráticos….) que se jubilan a los 65 años y que pueden aportar a la sociedad su experiencia sin pedir casi nada a cambio. Antes era imposible atraerlos a la política pues en muchos casos sus remuneraciones en la empresa privada podían ser muy superiores a la pública; ahora eso pasaría a ser secundario. Es como la persona que al jubilarse se dedica a colaborar con una ONG.

3.   JALP no sería un partido de “viejillos”, sino de personas competentes y con gran experiencia. Para correr los 100 metros necesitamos un atleta de 20 años. Para dirigir un País lo que se precisa es capacidad, honradez y experiencia. Muchas personas de 65 años o más presiden Gobiernos, grandes multinacionales, etc., por algo será. Estos políticos seniors serían los que, junto a funcionarios de todas las edades, harían un tandem perfecto de cara a adoptar criterios de gestión acordes con los nuevos tiempos. A veces se tiene a gala el que un Ministro tenga treinta años y sea el número 1 de su promoción. JALP querría a esa persona  pero 40 años más tarde, cuando haya trabajado, creado una familia, educado hijos, sufrido los golpes que da la vida, haya visto morir a sus  padres…. En definitiva se haya  formado no sólo técnica sino humanamente, con lo que sus criterios serán serenos y comedidos. No podemos desperdiciar la aportación que  pueden hacer esas  personas al País.

4.   Por otra parte, al entrar en política con esa edad, hará que no se produzca el síndrome de la “puerta giratoria” del que habla Krugman. Altos funcionarios  que piden excedencia y pasan  a la empresa privada, vuelven a la política, salen de nuevo a la empresa privada y otra  vez vuelven a la política. Sigan la trayectoria de gobernantes que tenemos ahora y otros que  hemos tenido anteriormente para que vean que lo dicho anteriormente  es cierto.

5.   Hoy en día a los 65 se está en condiciones de poder asumir responsabilidades durante una legislatura, con lo que no se pueden perpetuar en la política, como ocurre ahora con demasiada frecuencia. Además al tener ya “solucionada la vida” se puede actuar  con entera libertad, cosa que  no ocurre con muchos políticos en la actualidad, pues su futuro está en mantenerse en la política al precio que sea.

6.   JALP no sería un partido revolucionario al que  temer, sino un partido sensato que  lo único que pretendería es defender el imperio del sentido común, sentido que no está presente en muchas de las decisiones  políticas que se toman en la actualidad.

Afiliarse a este partido sería el primer paso para responder a la pregunta que siempre tenemos en los labios ¿y qué podemos  hacer? con la respuesta ¡lo que vamos a hacer!

 

Unos datos marginales:

Actualmente los pensionistas en España rondan los 8.200.000. El Partido Popular ganó las  elecciones  de 2011 con 10.830.693 seguido del PSOE con 6.973.880 de votos.

En Navarra los pensionistas actualmente rondan los 123.000. UPN-PP obtuvo 126.101 votos y el PSOE 72.656 en las elecciones de 2011.

El que quiera que  saque  conclusiones…

Así que, desde la sensatez, podríamos llamar  a los ¡JUBILADOS AL PODER¡