“Jubilados
al poder” (JALP) podría ser la denominación de un nuevo partido, como primer
paso para regenerar el espectro político
actual.
No es cuestión aquí de definir los
estatutos del mismo, pero el ideario principal podría reducirse a defender “POR
ENCIMA DE TODO” la JUSTICIA SOCIAL, la ETICA/MORAL y el SENTIDO COMÚN,
conceptos suficientemente amplios como para que, dentro de ese partido, tengan
cabida una gran parte de los españoles.
Para ser miembro de JALP sólo se exigiría
ser mayor de 65 años. Cualquier miembro
de JALP podría presentarse como candidato a cualquier elección, sin más que
presentar su curriculum del que se deduzca que, por su vida laboral anterior, esté
capacitado para ocupar el puesto al que opta. Los afiliados votarían sobre esas
listas a sus candidatos preferidos. Es
lo que llamaríamos “primarias” y que
pocos partidos practican, pues las listas las impone “el aparato del
partido”.
Otras características de JALP podrían ser:
Nutrirse de las cuotas de sus afiliados, renunciando a cualquier financiación
Estatal o de otro tipo. Asimismo se huiría de la burocracia y de los excesivos
gastos de funcionamiento, realizando el máximo posible de su actividad a través
de Internet y limitando la estructura administrativa asalariada, procurando la
ayuda desinteresada de los propios afiliados.
Bueno pues, ya tenemos un nuevo partido, unos
candidatos con capacidad demostrada elegidos por los afiliados y un partido austero
que renuncia a cualquier tipo de subvención para así ser libre.
Bueno, y ¿por qué va a haber ciudadanos (sean o no jubilados)
que voten a JALP? ¿Qué puede
ofrecer JALP de nuevo respecto a los
partidos tradicionales?.
Se me ocurren varias razones:
1. Contra lo que pueda
parecer, JALP sería el partido del futuro. Los jubilados lo que pretenden
principalmente es poder seguir cobrando sus pensiones y tener una asistencia
digna cuando la precisen (ley de dependencia). El jubilado ya ha terminado su
vida laboral y mejor o peor ya tiene su futuro decidido. Su verdadero problema,
es el futuro de sus hijos (que con
demasiada frecuencia los tiene parados y a su cargo) y de sus nietos. Por tanto,
una posible victoria de JALP, no implicaría que iban a tratar de aumentar sus
pensiones a costa de lo que fuese, sino que tratarían de crear un país justo, solidario
y con un futuro ilusionante. Por el contrario los partidos actuales ya sabemos
lo que dan de sí y suelen trabajar a corto plazo pues parece que sólo persiguen perpetuarse en el poder.
2. JALP podría disponer
de los mejores profesionales. Hay cantidad de personas de todo tipo
(directivos, ingenieros, economistas, médicos, científicos, catedráticos….) que
se jubilan a los 65 años y que pueden aportar a la sociedad su experiencia sin
pedir casi nada a cambio. Antes era imposible atraerlos a la política pues en
muchos casos sus remuneraciones en la empresa privada podían ser muy superiores
a la pública; ahora eso pasaría a ser secundario. Es como la persona que al
jubilarse se dedica a colaborar con una ONG.
3. JALP no sería un
partido de “viejillos”, sino de personas competentes y con gran experiencia. Para
correr los 100 metros necesitamos un atleta de 20 años. Para dirigir un País lo
que se precisa es capacidad, honradez y experiencia. Muchas personas de 65 años
o más presiden Gobiernos, grandes multinacionales, etc., por algo será. Estos
políticos seniors serían los que, junto a funcionarios de todas las edades,
harían un tandem perfecto de cara a adoptar criterios de gestión acordes con
los nuevos tiempos. A veces se tiene a gala el que un Ministro tenga treinta
años y sea el número 1 de su promoción. JALP querría a esa persona pero 40 años más tarde, cuando haya trabajado,
creado una familia, educado hijos, sufrido los golpes que da la vida, haya
visto morir a sus padres…. En definitiva
se haya formado no sólo técnica sino
humanamente, con lo que sus criterios serán serenos y comedidos. No podemos
desperdiciar la aportación que pueden
hacer esas personas al País.
4. Por otra parte, al entrar
en política con esa edad, hará que no se produzca el síndrome de la “puerta
giratoria” del que habla Krugman. Altos funcionarios que piden excedencia y pasan a la empresa privada, vuelven a la política,
salen de nuevo a la empresa privada y otra
vez vuelven a la política. Sigan la trayectoria de gobernantes que
tenemos ahora y otros que hemos tenido
anteriormente para que vean que lo dicho anteriormente es cierto.
5. Hoy en día a los 65
se está en condiciones de poder asumir responsabilidades durante una
legislatura, con lo que no se pueden perpetuar en la política, como ocurre ahora
con demasiada frecuencia. Además al tener ya “solucionada la vida” se puede
actuar con entera libertad, cosa
que no ocurre con muchos políticos en la
actualidad, pues su futuro está en mantenerse en la política al precio que sea.
6. JALP no sería un
partido revolucionario al que temer,
sino un partido sensato que lo único que
pretendería es defender el imperio del sentido común, sentido que no está
presente en muchas de las decisiones políticas
que se toman en la actualidad.
Afiliarse a este partido sería el primer
paso para responder a la pregunta que siempre tenemos en los labios ¿y qué podemos hacer? con la respuesta ¡lo que vamos a hacer!
Unos
datos marginales:
Actualmente los pensionistas en España
rondan los 8.200.000. El Partido Popular ganó las elecciones
de 2011 con 10.830.693 seguido del PSOE con 6.973.880 de votos.
En Navarra los pensionistas actualmente
rondan los 123.000. UPN-PP obtuvo 126.101 votos y el PSOE 72.656 en las
elecciones de 2011.
El que quiera que saque
conclusiones…
Así que, desde la sensatez, podríamos
llamar a los ¡JUBILADOS AL PODER¡
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