miércoles, 27 de marzo de 2013

Posibles mejoras del "puerta a puerta"

El proceso de recogida de basuras domésticas hace unos años era el siguiente. Los vecinos generaban la basura, la metían en unas bolsas sin hacer separación de ningún tipo de residuos y la dejaban a partir de una cierta hora en unos montones en la calle, donde, por la noche, era retirada por  camiones normales.

La visión no era muy agradable, pues esas bolsas a veces se rompían, rezumaban líquidos que manchaban el pavimento, ocasionaban malos olores, etc.

El siguiente paso fue instalar contenedores, con lo que se conseguía separar los residuos (orgánico, envases, papel y vidrio) y además permitía sacar la basura a cualquier hora. Por el contrario eso tenía un costo importante: instalación de contenedores e introducción de camiones  prensa que el sistema anterior no precisaba. También se instalaron en algunos lugares un tipo de contenedor que consistía en una especie de calcetín que estaba enterrado y que tenía una boca exterior en la que se depositaban las bolsas de basura. En ciertos puntos, por estética, se soterraron los contenedores actuales, pero es carísimo.

La basura que genera una familia es suya puesto que ella la produce y no se puede desprender de la misma cuando le viene bien y dejársela a la sociedad, o sea ponerla en la calle, con todos los problemas que ocasiona.

La solución “puerta a puerta” tiene cosas buenas (se saca la basura a partir  de una hora determinada, eliminando  los contenedores; se separa en cuatro tipos de residuos; se identifican los tipos de residuos por colores, etc.), pero también tiene cosas no solucionadas (exposición de cubos con basura colgados en postes; pensar qué días se tiene  que sacar cada tipo de basura; tener un lugar para ponerla cuando uno va a estar ausente y no pueda sacarla en  su día, etc,)

Los problemas hay que solucionarlos en origen, así que voy a permitirme brindar  unas ideas sobre  cómo veo el tema de recogida de basuras domésticas, por si fuese de utilidad  para alguien.

Entregaría a todas las viviendas, donde se implante el sistema, un contenedor con cuatro departamentos (rechazo, materia orgánica, papel cartón y envases) provisto de un sistema de pedal/prensa y un sencillo dispositivo para termosellado de las bolsas. Estas bolsas, entregadas por el servicio de basuras, serían biodegradables, de colores diferentes para cada residuo y con un código de barras de gran tamaño.

Se introduce cada residuo en su compartimento y seguidamente con la acción de un pedal se prensa para sacar el oxígeno (evitamos olores) y hacer que quepan más residuos. Cuando se ha llenado el mismo se termosella la bolsa.

Se sacan  a la calle a partir de la hora que se señale y se amontonan en los lugares establecidos. Esas bolsas termoselladas y con un grosor y características que las hiciesen prácticamente irrompibles, no generarían ni olores ni derrames que pudiesen ensuciar la calle. También se podrían amontonar correctamente pues, al estar prensadas, sería como poner un ladrillo sobre otro, con lo que el “montón” no sería tan antiestético. Además se podrían sacar todo tipo de bolsas cualquier  día de la semana.

Con este sistema se evitan los problemas que, desde mi punto de vista, tiene el sistema de recogida que plantean ahora.

Finalmente la recogida de esos “montones de basura” la realizarían camiones normales, pues como está ya compactada, no hace falta camión prensa, además al ir juntas bolsas con distinto tipo de residuos no procedería meterlas en el mismo camión prensa.

Al llegar al depósito de  basuras los camiones volcarían todo en una cinta transportadora de la que, al leer los códigos de barras que identifican cada tipo de bolsa, derivarían la misma para su posterior tratamiento.

Si el sistema funcionase, el siguiente paso sería que esas prensas fuesen un electrodoméstico más a instalar en las cocinas, haciendo de forma automática y más efectiva los procesos de prensado y termosellado.

En cuanto a la separación del papel en bolsas yo sería partidario de dejarlo como está, es decir que exista un contenedor para papel en la calle (que no plantea problemas higiénicos) dejando por tanto la separación de basuras en casa reducida a tres tipos, con lo que reducimos las medidas de ese  contenedor.

Como idea final y complementaria a lo anterior hay un tema de residuos (pilas y aceites usados) que su recuperación se hace incómoda para el usuario (por tanto tira el aceite por la fregadera y las pilas vete a saber a dónde van). La recogida de pilas la haría colocando un pequeño recipiente adherido  a las papeleras de la ciudad y serían recogidas por el servicio de basuras que  vacía las mismas. En cuanto al aceite facilitaría un tipo de envase único para que  se vacíen los  aceites  domésticos y se dejen junto con el resto de la basura para que sean recogidos por los  camiones correspondientes.

Si esta idea  se llegase a aplicar, tanto los cubos manuales como el futuro electrodoméstico, podrían ser fabricados en la Barranca, que por su tradición industrial lo tendría fácil de realizar y representaría  un impulso para esa  zona. No podemos esperar que venga gente de fuera a darnos trabajo, lo tenemos que generar nosotros y quizá esto sería un ladrillo más a colocar en la reconstrucción de nuestra Comunidad.

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