martes, 22 de noviembre de 2011

LA SOLUCION ES MORIRSE

Ha comenzado la era de los recortes y tijeretazos. A todas las medidas que se van tomando, quiero añadir las que se me van ocurriendo sobre la marcha y que pongo a disposición de “la autoridad competente”.
Los recortes en Sanidad en varias Autonomías, tendentes a quitar personal de quirófanos, cerrar o limitar horarios de Ambulatorios, quitar camas y cerrar por unos días algunos hospitales etc. me parecen fenomenal, pues con eso conseguimos que la gente no sea visitada por el especialista, no sea operada, y, en consecuencia “la palme” cuanto antes, con el consiguiente ahorro de pensiones (si es jubilado) o disminución del paro (si trabaja), pues su puesto de trabajo lo ocupará un “parado” (que tendrá que “moverse” para conseguir el puesto del finado).
Los planes de detección precoz de todo tipo de cánceres, etc. son un error pues alargan la vida del paciente y además cuestan una pasta, por lo que hay que eliminarlos ya.
La retirada de ayudas a residencias de ancianos, asociaciones de enfermos de todo tipo, etc. va también en el sentido expuesto anteriormente, así que fenomenal. Sin embargo esta medida que apoyamos con carácter general nos molestaría personalmente, pues haría que nos tuviésemos que encargar de tener en casa a nuestros padres, como antaño, lo que no cuadra con el modelo de sociedad que tenemos, ya que es más cómodo llevarlos a la residencia, en la que “están tan contentos con gente de su edad, mejor atendidos, etc.”
Pero aún podemos ser más creativos y tomar otras medidas para dinamizar la economía. Por ejemplo, se puede poner como velocidad mínima en carreteras 120km/h y en autopistas 150km/h., velocidades que cualquier coche actual alcanza, por lo que no pedimos un imposible. Con ello conseguiremos tener más accidentes y, por tanto más muertos, o sea, más ahorro en pensiones y menos paro. Al mismo tiempo daremos más trabajo a la industria del automóvil, funerarias, floristerías (por la cosa de las coronas), bares donde la gente se toma unos potes después del funeral… incluso la Iglesia vería aumentados sus ingresos.
Los cascos para motoristas ¿para qué?, sobre todo en Andalucía, con el calor que hace.
Eliminar los quitamiedos sería una sabia decisión pues conseguiríamos que se despeñasen más coches y motoristas. Además ahorraríamos hierro, que está por las nubes. Cinturones de seguridad, sillas especiales para niños, air bags,… todo eso va en contra de nuestros objetivos, por tanto hay que eliminarlos, con lo que, además, rebajamos costos de producción.
Otra medida de lo más inteligente sería el no renovar el carnet de conducir, (nada de revisiones de vista, oído, reflejos, etc.) pues todo eso va en contra del objetivo final que es el de que haya más accidentes y “la palme más gente”.
La operación renove ni mencionarla, “con este coche puede vd. tirar 20 años más….”, y la ITV ¿para que se forren los talleres?
Claro que puede que esos accidentes no terminen en defunción y que quede la gente paralítica, con lo que no conseguimos el objetivo marcado. Pero ¡ojo!, nos queda la eutanasia, opción que apenas hemos utilizado pero que le auguro un futuro prometedor.
Hasta el momento no he tocado el tema de los accidentes laborales, pero ahí también tenemos acciones importantes que implementar. ¿Dónde ha quedado la gracia hispana del albañil que se pasea por el andamio sin más seguridad que la del pañuelo anudado en la cabeza al tiempo que lanza requiebros a las mozas que pasan por debajo de la obra?. Así pues nada de atarse al andamio ni ponerse el casco, pues, bastantes cosas tenemos en la cabeza.
La idea es maravillosa ¿o no?
Finalmente cuando llega el deceso, después de los funerales, entierro etc., se atisba una luz que nos hace mantener la esperanza, y esa es la herencia. Los herederos reciben lo poco o mucho que les toque y lo destinan a sus cosas, con lo que nuevamente conseguimos dinamizar la economía.
Hasta ahora he propuesto soluciones para eliminar gente que ya existe a fin de ahorrar gastos y disminuir el paro, pero no he tocado nada respecto a los que se incorporan a este mundo, o sea, a los que nacen.
En este tema ya existen leyes en ese sentido (abortos y demás), y en lo que no voy a entrar, pero, terminando con lo esperpéntico de este artículo propondría, para disuadir la entrada de nuevo personal en este mundo caótico que estamos creando, organizar una campaña con el lema “no de a luz a un parado”.
Supongo habrán adivinado a estas alturas el “cashondeo” que tiene este artículo, pues de lo único que se está hablando es de quitar, recortar, reducir, etc. pero en ningún sitio he visto que nadie proponga algo para CREAR (empleo, ilusión, etc.). Claro que para eso tienen que darse las condiciones políticas adecuadas (las económicas serán la consecuencia), pero eso lo veo lejano, por lo que, de momento, y para reavivar nuestra economía, “la solución es morirse”.

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