Ha comenzado la era de los recortes y tijeretazos. A todas las medidas que se van tomando, quiero añadir las que se me van ocurriendo sobre la marcha y que pongo a disposición de “la autoridad competente”.
Los recortes en Sanidad en varias Autonomías, tendentes a quitar personal de quirófanos, cerrar o limitar horarios de Ambulatorios, quitar camas y cerrar por unos días algunos hospitales etc. me parecen fenomenal, pues con eso conseguimos que la gente no sea visitada por el especialista, no sea operada, y, en consecuencia “la palme” cuanto antes, con el consiguiente ahorro de pensiones (si es jubilado) o disminución del paro (si trabaja), pues su puesto de trabajo lo ocupará un “parado” (que tendrá que “moverse” para conseguir el puesto del finado).
Los planes de detección precoz de todo tipo de cánceres, etc. son un error pues alargan la vida del paciente y además cuestan una pasta, por lo que hay que eliminarlos ya.
La retirada de ayudas a residencias de ancianos, asociaciones de enfermos de todo tipo, etc. va también en el sentido expuesto anteriormente, así que fenomenal. Sin embargo esta medida que apoyamos con carácter general nos molestaría personalmente, pues haría que nos tuviésemos que encargar de tener en casa a nuestros padres, como antaño, lo que no cuadra con el modelo de sociedad que tenemos, ya que es más cómodo llevarlos a la residencia, en la que “están tan contentos con gente de su edad, mejor atendidos, etc.”
Pero aún podemos ser más creativos y tomar otras medidas para dinamizar la economía. Por ejemplo, se puede poner como velocidad mínima en carreteras 120km/h y en autopistas 150km/h., velocidades que cualquier coche actual alcanza, por lo que no pedimos un imposible. Con ello conseguiremos tener más accidentes y, por tanto más muertos, o sea, más ahorro en pensiones y menos paro. Al mismo tiempo daremos más trabajo a la industria del automóvil, funerarias, floristerías (por la cosa de las coronas), bares donde la gente se toma unos potes después del funeral… incluso la Iglesia vería aumentados sus ingresos.
Los cascos para motoristas ¿para qué?, sobre todo en Andalucía, con el calor que hace.
Eliminar los quitamiedos sería una sabia decisión pues conseguiríamos que se despeñasen más coches y motoristas. Además ahorraríamos hierro, que está por las nubes. Cinturones de seguridad, sillas especiales para niños, air bags,… todo eso va en contra de nuestros objetivos, por tanto hay que eliminarlos, con lo que, además, rebajamos costos de producción.
Otra medida de lo más inteligente sería el no renovar el carnet de conducir, (nada de revisiones de vista, oído, reflejos, etc.) pues todo eso va en contra del objetivo final que es el de que haya más accidentes y “la palme más gente”.
La operación renove ni mencionarla, “con este coche puede vd. tirar 20 años más….”, y la ITV ¿para que se forren los talleres?
Claro que puede que esos accidentes no terminen en defunción y que quede la gente paralítica, con lo que no conseguimos el objetivo marcado. Pero ¡ojo!, nos queda la eutanasia, opción que apenas hemos utilizado pero que le auguro un futuro prometedor.
Hasta el momento no he tocado el tema de los accidentes laborales, pero ahí también tenemos acciones importantes que implementar. ¿Dónde ha quedado la gracia hispana del albañil que se pasea por el andamio sin más seguridad que la del pañuelo anudado en la cabeza al tiempo que lanza requiebros a las mozas que pasan por debajo de la obra?. Así pues nada de atarse al andamio ni ponerse el casco, pues, bastantes cosas tenemos en la cabeza.
La idea es maravillosa ¿o no?
Finalmente cuando llega el deceso, después de los funerales, entierro etc., se atisba una luz que nos hace mantener la esperanza, y esa es la herencia. Los herederos reciben lo poco o mucho que les toque y lo destinan a sus cosas, con lo que nuevamente conseguimos dinamizar la economía.
Hasta ahora he propuesto soluciones para eliminar gente que ya existe a fin de ahorrar gastos y disminuir el paro, pero no he tocado nada respecto a los que se incorporan a este mundo, o sea, a los que nacen.
En este tema ya existen leyes en ese sentido (abortos y demás), y en lo que no voy a entrar, pero, terminando con lo esperpéntico de este artículo propondría, para disuadir la entrada de nuevo personal en este mundo caótico que estamos creando, organizar una campaña con el lema “no de a luz a un parado”.
Supongo habrán adivinado a estas alturas el “cashondeo” que tiene este artículo, pues de lo único que se está hablando es de quitar, recortar, reducir, etc. pero en ningún sitio he visto que nadie proponga algo para CREAR (empleo, ilusión, etc.). Claro que para eso tienen que darse las condiciones políticas adecuadas (las económicas serán la consecuencia), pero eso lo veo lejano, por lo que, de momento, y para reavivar nuestra economía, “la solución es morirse”.
martes, 22 de noviembre de 2011
La toma del poder a un click
El 15M se ha extendido por España, norte de África, y ahora está en USA con el nombre de “Ocupa Wall Street”. A él se han adherido gentes de todo tipo porque el lenguaje de los “indignados” es el mismo que tenemos casi todos cuando “solucionamos” los problemas del mundo en torno a un gin-tonic.
La diferencia es que los “indignados” han salido a la calle y nosotros nos hemos quedado cómodamente en casa apurando la bebida y con la eterna cantinela “pero nosotros qué podemos hacer”.
Me da pena que ese sentir popular se pueda desinflar o pueda derivar por otros derroteros de violencia, etc., por lo que, modestamente, hago las siguientes reflexiones.
En primer lugar creo que, dicho movimiento, no debe convertirse en un partido político, pues eso sería su fin. Pienso que tiene que convertirse en “La Voz del Pueblo” para controlar los tres poderes: judicial, legislativo y ejecutivo
Ese control debe ser directo e instantáneo y eso nos lo permite las nuevas tecnologías. No hay que esperar pues cuatro años para decirles a nuestros representantes que lo están haciendo mal, y que, o corrigen, o se les cambia.
Para ello pienso debería establecerse el siguiente plan de acción :
Primero:
Crear un instrumento único de comunicación en Internet para expandir el movimiento, que bien pudiera llamarse “La Voz del Pueblo” o algo similar y, al mismo tiempo, que al frente del mismo hubiese un líder. Las empresas, gobiernos, orquestas, etc. son dirigidas por alguien, de lo contrario no se alcanza ningún objetivo. Otra cosa es cómo se elija a ese líder.
Segundo:
Establecer una serie de puntos que “LVP” trasladaría a los partidos políticos para que estos los asumiesen. Si no fuese así “LVP” forzaría nuevas elecciones para que se hiciese lo que la gente (no los partidos) quiere.
Yo, personalmente, propondría (entre muchos otros) los siguientes:
1. Instaurar la votación electrónica (Internet, móvil, etc.) con todas las garantías de seguridad para que los resultados obtenidos fuesen válidos. Esta medida sería totalmente necesaria para que el pueblo pueda remover en un instante a sus representantes, parar proyectos de ley, instar nuevos, etc. sin que ello le supusiese costo alguno para el Estado.
2. Obligar a que los gobiernos tengan representación de todos los partidos políticos en función de los votos obtenidos. No es de recibo que si un partido gana con el 51% de los votos, deje fuera al 49% restante. El País lo tenemos que llevar adelante entre todos y todos deben estar presentes en los órganos de gobierno.
3. Elección directa de alcaldes, presidentes de comunidades autónomas y jefe de gobierno sin que tengan que estar en las listas de un partido.
4. El Estado ha de defender al ciudadano, por lo que intervendrá sin rubor en todas las iniciativas privadas cuyas decisiones puedan repercutir en que el pueblo tenga que sufrir las consecuencias de su gestión (rescate de bancos, indefensión ante Cias. de telefonía, electricidad, control sistema financiero y movimiento de capitales, etc.).
5. ¿Por qué hay que tener: un Senado y un Congreso (con tantos congresistas y diputados para que al final voten todos lo que dice el jefe de filas), unas Diputaciones, un Defensor del Pueblo y 17 Autonomías con su configuración y funciones actuales así como un sinnúmero de Ayuntamientos?.
6. Trimestralmente rendición de cuentas tanto a nivel de Estado, Autonomías y Ayuntamientos, estando presente, con voz, un representante de “LVP”, el cual variará en función de los temas a tratar.
7. Reformar con carácter urgente la Ley Hipotecaria para incluir en la misma la dación de la vivienda como extinción de la deuda con la entidad que ha otorgado el préstamo.
8. Limitación de los sueldos estratosféricos, ya sean de directivos de empresas (por obtener sus bonus han enviado a muchas empresas a la quiebra), como de jugadores de fútbol y similares (muchos clubs no cumplen sus obligaciones laborales y fiscales) y en ambos casos tienen que rescatarlos el Estado.
Etc. etc.
De estos puntos el que considero vital es el primero, pues es el que nos puede permitir en cualquier momento y de forma totalmente legal, llamar al orden a los que nos legislan, juzgan y gobiernan, para que no se desvíen de lo que les ha encomendado el pueblo.
En las elecciones del 20-N los ciudadanos votarán al partido que consideren que mejor les puede representar, pero por otra parte y como “LVP” podrán corregir su voto a través de Internet a medida que vean cómo se están comportando sus representantes en el desarrollo de la acción de gobierno.
El pueblo podrá retomar el poder con el sonido de un “click” de ratón y no de “gatillo”, cosa habitual en las revoluciones. Creo que si se va en esta línea no tendremos excusa para seguir diciendo “y nosotros qué podemos hacer”, pues más fácil no lo tendremos, ya que, desde nuestra butaca y con un “click” podremos marcar el rumbo de nuestro País, es decir, nuestro futuro y el de nuestros hijos y nietos. Espero nos quede energía para pulsar el ratón.
La diferencia es que los “indignados” han salido a la calle y nosotros nos hemos quedado cómodamente en casa apurando la bebida y con la eterna cantinela “pero nosotros qué podemos hacer”.
Me da pena que ese sentir popular se pueda desinflar o pueda derivar por otros derroteros de violencia, etc., por lo que, modestamente, hago las siguientes reflexiones.
En primer lugar creo que, dicho movimiento, no debe convertirse en un partido político, pues eso sería su fin. Pienso que tiene que convertirse en “La Voz del Pueblo” para controlar los tres poderes: judicial, legislativo y ejecutivo
Ese control debe ser directo e instantáneo y eso nos lo permite las nuevas tecnologías. No hay que esperar pues cuatro años para decirles a nuestros representantes que lo están haciendo mal, y que, o corrigen, o se les cambia.
Para ello pienso debería establecerse el siguiente plan de acción :
Primero:
Crear un instrumento único de comunicación en Internet para expandir el movimiento, que bien pudiera llamarse “La Voz del Pueblo” o algo similar y, al mismo tiempo, que al frente del mismo hubiese un líder. Las empresas, gobiernos, orquestas, etc. son dirigidas por alguien, de lo contrario no se alcanza ningún objetivo. Otra cosa es cómo se elija a ese líder.
Segundo:
Establecer una serie de puntos que “LVP” trasladaría a los partidos políticos para que estos los asumiesen. Si no fuese así “LVP” forzaría nuevas elecciones para que se hiciese lo que la gente (no los partidos) quiere.
Yo, personalmente, propondría (entre muchos otros) los siguientes:
1. Instaurar la votación electrónica (Internet, móvil, etc.) con todas las garantías de seguridad para que los resultados obtenidos fuesen válidos. Esta medida sería totalmente necesaria para que el pueblo pueda remover en un instante a sus representantes, parar proyectos de ley, instar nuevos, etc. sin que ello le supusiese costo alguno para el Estado.
2. Obligar a que los gobiernos tengan representación de todos los partidos políticos en función de los votos obtenidos. No es de recibo que si un partido gana con el 51% de los votos, deje fuera al 49% restante. El País lo tenemos que llevar adelante entre todos y todos deben estar presentes en los órganos de gobierno.
3. Elección directa de alcaldes, presidentes de comunidades autónomas y jefe de gobierno sin que tengan que estar en las listas de un partido.
4. El Estado ha de defender al ciudadano, por lo que intervendrá sin rubor en todas las iniciativas privadas cuyas decisiones puedan repercutir en que el pueblo tenga que sufrir las consecuencias de su gestión (rescate de bancos, indefensión ante Cias. de telefonía, electricidad, control sistema financiero y movimiento de capitales, etc.).
5. ¿Por qué hay que tener: un Senado y un Congreso (con tantos congresistas y diputados para que al final voten todos lo que dice el jefe de filas), unas Diputaciones, un Defensor del Pueblo y 17 Autonomías con su configuración y funciones actuales así como un sinnúmero de Ayuntamientos?.
6. Trimestralmente rendición de cuentas tanto a nivel de Estado, Autonomías y Ayuntamientos, estando presente, con voz, un representante de “LVP”, el cual variará en función de los temas a tratar.
7. Reformar con carácter urgente la Ley Hipotecaria para incluir en la misma la dación de la vivienda como extinción de la deuda con la entidad que ha otorgado el préstamo.
8. Limitación de los sueldos estratosféricos, ya sean de directivos de empresas (por obtener sus bonus han enviado a muchas empresas a la quiebra), como de jugadores de fútbol y similares (muchos clubs no cumplen sus obligaciones laborales y fiscales) y en ambos casos tienen que rescatarlos el Estado.
Etc. etc.
De estos puntos el que considero vital es el primero, pues es el que nos puede permitir en cualquier momento y de forma totalmente legal, llamar al orden a los que nos legislan, juzgan y gobiernan, para que no se desvíen de lo que les ha encomendado el pueblo.
En las elecciones del 20-N los ciudadanos votarán al partido que consideren que mejor les puede representar, pero por otra parte y como “LVP” podrán corregir su voto a través de Internet a medida que vean cómo se están comportando sus representantes en el desarrollo de la acción de gobierno.
El pueblo podrá retomar el poder con el sonido de un “click” de ratón y no de “gatillo”, cosa habitual en las revoluciones. Creo que si se va en esta línea no tendremos excusa para seguir diciendo “y nosotros qué podemos hacer”, pues más fácil no lo tendremos, ya que, desde nuestra butaca y con un “click” podremos marcar el rumbo de nuestro País, es decir, nuestro futuro y el de nuestros hijos y nietos. Espero nos quede energía para pulsar el ratón.
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