domingo, 19 de julio de 2009

La mano de obra : Un mal necesario

Cuando los Presidentes de las grandes empresas decían públicamente que “el mejor activo de la empresa es el personal” aparte de provocar en mí una leve sonrisa, intuía que estaban anunciando un plan de reducción de plantilla (jubilaciones anticipadas, etc.).
Ahora que ya pensaba que ese latiguillo se había olvidado, leo que en la venta (o lo que sea) del Banco de Venezuela al Gobierno de Chaves, el Presidente del BSCH, volvía a decir (sin sonrojarse) que “el mejor activo del Banco es el personal”.
Yo nunca he visto que “su mejor activo” una empresa se lo quiera quitar de encima y, además, pagando dinero. Lo lógico es que si vendemos un activo intentemos sacarle el máximo de plusvalía. Pero eso sólo ocurre cuando el personal es mercancía (caso del fútbol). En ese caso el Florentino de turno sí que puede decir que el personal (ojo, sólo los que se visten de corto, no el resto) es su mejor activo, pues si los vende a otros clubs tratará de obtener plusvalías. Por el resto del personal, tanto a un club como a una empresa nadie le dará un euro, al contrario, pagará (cuanto menos mejor) para quitarse todos los que pueda.
Y eso tiene una lógica. El personal para una empresa es algo que cuesta dinero y que da problemas de todo tipo. No se puede comparar a una máquina a la que se le saca un rendimiento equis y no te da otro tipo de quebraderos de cabeza. Además cuando no tienes trabajo la apagas y ya está. Ese punto de vista lo comparten, no nos engañemos, las grandes empresas y el pequeño empresario o comerciante que intentan producir o vender más con menos gente, por afán de ganar rentabilidad o presionados por una globalización que está haciendo que importemos la pobreza de los demás. Para rebajar los salarios hemos instaurado la externalización de trabajos o servicios. Dicho en cristiano, adjudicamos trabajos que conllevan bastante mano de obra a otras empresas que pagan mucho menos que la que lo encarga. En los años de bonanza económica los trabajadores de las grandes empresas iban consiguiendo a través de los convenios colectivos unas condiciones salariales y laborables que mejoraban día a día. Cuando la cosa se fue poniendo peor, o simplemente viendo una forma de rebajar costos, dichas empresas comenzaron a encargar trabajos a terceras empresas mucho más pequeñas y que no tenían condiciones laborables tan elevadas, y se pusieron manos a la obra. Alguna de esas empresas que externalizaban sus trabajos lo hacía a filiales propias, los despedía de la empresa matriz, y “como favor” a algunos les encontraban trabajo en la subcontratada, eso sí, con un salario que a veces era la mitad del anterior.
El caso es que los salarios han ido perdiendo poder adquisitivo, y todo ello en los años en que todos los días venían en los diarios las noticias de que las grandes empresas aumentaban sus beneficios del orden del 20% en adelante.
Con todo esto está claro que, cualquier tipo de empresario, tiene personal a su servicio “porque no tiene mas remedio” y en cuanto puede lo externaliza o lo sustituye por robots, soft, etc. (ojo y eso lo haríamos todos).
Así pues, las pequeñas y medianas empresas están siendo presionadas por sus clientes (grandes empresas) o por el mercado (el cliente final que todo lo quiere casi regalado) y entre otros ajustes ha de intentar rebajar el costo de la mano de obra.
El trabajador no tiene nada que hacer pues está a merced de lo que le manden sus empleadores.
Aquí, de momento, las que ganan son las multinacionales que se pueden mover de un sitio a otro con entera libertad buscando los precios más baratos.
Pero, me pregunto, cuando esas multinacionales cierren plantas en España y manden a la gente al paro, ¿quién piensa que les va a comprar sus productos?

No hay comentarios: