El acrónimo MENA (Menor Extranjero No Acompañado) está a la
orden del día.
Conozco dos centros en los que ha habido problemas. Uno en la calle
Julián Arteaga, gestionado por una ONG. El otro el Centro de Acogida del G. de
Navarra situado en la calle V. de Roncal.
En el primero, los chicos organizaban tales follones que, ante las
denuncias de los vecinos a la ONG que los acogía, se los llevaron a otro lugar.
En el segundo han causado problemas más graves (entrada en varios
domicilios con robos etc.), denunciándose
algunos casos (otros se han pasado por alto). Incluso el día 22/11, la
Policía Foral se llevó detenidas a varias personas.
Esta es la realidad y lo mismo está ocurriendo en otros lugares. Esos
incidentes pueden representar un % muy pequeño del total de España, pero al
vecino le representa el 100%.
Hasta hace poco cuando se hablaba de MENA veíamos a un niño de pocos años
que se había quedado sin familia, pues los padres habían muerto durante el
viaje y estaba desamparado. A esos niños hay que darles todo lo que haga falta.
Pero sin embargo los MENAS de ahora son distintos. Proceden sobre todo de
Marruecos y Mohamed (premio Juventud 2019 en Navarra), dice en la entrevista de
D. Navarra del 24/11/19 que como no veía un futuro claro en su país, le dijo a
su madre: Me voy a España a ver si mejoro la vida, y recibe de ella 3.000€ para
el viaje. Pero antes de tomar la patera no tuvo que estar deambulando por el
desierto meses y meses como gran parte de los subsaharianos. No, cogió el autobús
y se plantó en Tánger y allí se embarcó rumbo a España. Una vez aquí, tiene
asegurado: ACOGIDA, FORMACION PARA EL EMPLEO-PLAN EDUCATIVO Y OCIO. Los acogen
en centros, ONG, familias (que es lo que mejor funciona), etc. y así están
hasta alcanzar la mayoría de edad y una vez obtenidos “los papeles”, se
buscarán la vida como puedan. Mohamed, si tuviese hermanos, trataría de que
viniesen aquí en el futuro (como harán la mayoría de los MENAS que lleguen a
nuestro país), pero como tiene cinco hermanas,
estas se tendrán que resignar a quedarse en su país. Por ser mujeres, no
podrán aspirar a mejorar su vida tal como lo ha intentado su hermano.
El artículo de Noticias de Navarra del 5/12/2019 define perfectamente la
actual situación.
Estos muchachos tienen familia, estudian, no pasan hambre (tienen muy
buena planta). Simplemente como no ven futuro se van a otro sitio en el que creen
van a solucionarles la vida. Son ellos los no se han dejado ACOMPAÑAR por sus
padres.
Por otra parte, si esto continúa así, puede que a alguien se le ocurra la
idea de que, pongamos, un matrimonio que venga en avión de Venezuela con dos hijos menores, “los pierda”
cuando lleguen a Madrid y ya han solucionado la mitad del problema. Quizá no
sea descabellado pensar eso.
Según la web del Gobierno de Navarra, el servicio de gestión de
valoración cuesta unos 3.000€/mes por cada MENA. Creo que además les dan alguna
asignación como dinero de bolsillo. El costo que tiene el mantenerlos una vez
dejado ese centro y reubicado en otro o en una familia no lo conozco. Lo que
está claro es que lo que nos cuesta mantenerlos es un dinero considerable.
Las acciones que se están tomando son “parches”, hay que solucionar el
asunto en origen, por tanto lanzo esta propuesta PROGRESISTA.
Darles en su propio país lo que se les está dando en Navarra pero tanto a
niños como a niñas, a saber:
ACOGIDA: ya tienen su familia y su casa.
FORMACIÓN PARA EL EMPLEO Y PLAN EDUCATIVO: la formación que se les da
aquí la pueden recibir en su país. Podrían seguir los programas de formación a
través de internet con los PC que se
pondría a su disposición y con la tutela de profesores en línea más los
que puedan desplazarse a su país. Seguro que habría muchos voluntarios, quizá
entre profesionales jubilados, que se ofrecerían para esa labor.
OCIO: pues en sus pueblos pueden tener el normal de su zona. Nosotros no
hemos tenido polideportivos ni piscinas en los pueblos hasta hace pocos años y
no tenemos traumas por ello.
Una vez puesto en marcha el plan anterior, se procedería a enviar a los
MENAS a sus lugares de origen, para allí seguir la formación prevista. Además,
como complemento se les podría dar alguna cantidad mensual de AYUDA FAMILIAR,
que perderían si abandonaban el plan de formación.
Con este plan no tienen que dejar familia, país, su cultura, etc. y el
coste total de este nuevo programa sería sensiblemente inferior al costo que
representa el tenerlos aquí. Navarra tendría una “cantera” de personas formadas
para echar mano de ellas cuando fuese necesario y a ellas les interesase venir.
Lo ideal sería el hacer este convenio con los refugiados de Tinduf
(Argelia), pues provienen del Sáhara Español y con ellos sí que tenemos
obligación moral de ayudarles en todo lo posible. Por tanto a partir de ese
momento ya no admitiríamos ni un MENA más, pues Navarra se comprometería “por
razones humanitarias” o las que fuese, a tener un cupo de entradas “virtuales”
de x menas/año
Quizá Mohamed con una formación en turismo podría montar una casa/cabaña
rural para atender a los turistas que van por su región. Otros podrían estudiar
otras profesiones que las aplicarían en su propio país, contribuyendo a su
desarrollo y otros quizá vendrían a Europa pero legalmente y con contrato de
trabajo.
Nota: Durante 5 años he acogido a dos niñas del Sáhara dos meses de
verano. Es como si hubiese tenido un MENA durante 20 meses.
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