Este artículo lo envié para su publicación el 8 de septiembre de 2015, a Diario de Navarra y no me lo publicó
Llevamos unos cuantos años a
vueltas con el tema de Cataluña. Que si España nos roba, que si nosotros
aportamos más, que somos una Nación, que nos tratan como súbditos, que mejor
nos iría por nuestra cuenta, que tenemos derecho a decidir, que tenemos que
implantar nuestro idioma a todos los que viven aquí, que dentro de Europa
seríamos de lo mejor, que otros estados de nuestras dimensiones y población
están en la UE….
Mientras tanto el nacionalismo ha
ido en aumento y está echando pulsos constantes al Gobierno Central: intento de
referéndum de autodeterminación, embajadas en el extranjero, estudio de
implantación de una Agencia Tributaria Catalana y de un Banco Oficial, etc.
etc. y la última la convocatoria para el 27-S que se pretende sea
plebiscitaria.
Por otra parte el Gobierno
Central no ha respondido con contundencia (tampoco lo ha hecho Europa) y, dando por
supuesto que alcanzasen la independencia, se ha limitado a decir que: sería
inconstitucional, que Europa no lo permitiría (eso habría que verlo), que iban
a salir del euro, que a las empresas les iría peor, etc. Otros también han planteado un tema importante y es
el de en qué liga iba a jugar el Barcelona.
A cualquier nacionalista le
resbalan los argumentos que pueda dar el Gobierno o cualquier otro (Merkel,
Cameron, F. González, Borrell….) pues en el nacionalismo puede más el
sentimiento que el razonamiento. Sólo tienen en cuenta su objetivo final y
todas las consecuencias que pueda tener ni las consideran, por eso la carta de
Felipe González sirve para poco, pues los nacionalistas la ignoran y los que no
lo son han tenido tiempo suficiente para
entrever las posibles consecuencias de esa pretendida independencia.
Pero me pregunto, ¿ sería malo
que fuesen independientes?. Yo este caso lo comparo con un matrimonio que
decide separarse porque no pueden vivir ya juntos. ¿Hay que poner pegas a ese
divorcio o hay que darle una salida rápida para que no genere más problemas a
ambas partes?. Pienso que lo segundo es más inteligente. Si Cataluña no se
siente bien dentro de España pues se les deja que decidan ellos lo que quieren
hacer y con lo que salga que inicien una nueva etapa libre de ataduras. Y si a
ellos les va bien, al resto también, pues ya no tendríamos más crispaciones, el
telediario duraría menos tiempo y nos
seguiríamos relacionando como lo haríamos con cualquier otra nación. El mundo
no se hundirá, las empresas tampoco (simplemente se adaptarán a la nueva
situación) y significará una nueva etapa dentro de la Historia. Antes las
naciones se formaban a base de guerras o bodas, es decir “por las malas o por
las buenas”. En estos momentos la ruptura de una nación puede hacerse también
“por las malas o por las buenas”. Los nacionalistas quizá estarían dispuestos a
ir “por las malas” pero el resto pienso que ni por asomo se meterían en una
refriega, y los nacionalistas lo saben, por eso estiran de la cuerda al máximo
para obtener sus reivindicaciones, así que no queda más remedio que hacerlo
“por las buenas”.
Ahora está la otra parte que es
la que dice que España es indivisible. Estamos hartos de saber que las cosas no
se pueden hacer hasta que se hacen, por tanto lo de que sea indivisible no me
lo creo. Otra cosa es que crear dos o tres naciones más no es lo más
aconsejable en este período histórico en que es preciso ser más fuerte, y por
tanto es la unión de naciones y no su disgregación lo más lógico, pero, como
decía antes, eso ni se lo plantean los separatistas, por tanto no hay que desgastarse.
Personalmente y a nivel
empresarial, tuve una situación que considero paralela a la política que
estamos tratando. Propuse que una delegación comercial que tenía dentro de mi
ámbito de responsabilidad, fuese desgajada de la empresa y los trabajadores
fundasen una sociedad para no estar “explotados”
por la misma. De esta forma ellos
felices y yo mucho más. La dirección me dijo que eso podría ser un reclamo y
que otras delegaciones podían pedir lo mismo, con lo que a nivel comercial toda
la red pasaría a ser de empresas privadas constituidas por antiguos trabajadores.
Mi respuesta fue: “Ojalá lo pidan
todos”. No se me hizo caso, pero a la
vuelta de cuatro años (yo ya no estaba en la empresa), desapareció toda la red
comercial que pasó a empresas propias de los trabajadores. Como decía antes,
cualquier cosa es imposible hasta que se hace.
Para cuatro días que vamos a
vivir nos estamos complicando la vida de una forma inimaginable. Que Cataluña o
cualquier otro que tenga la necesidad de ser una Nación independiente, si
quieren sus ciudadanos libremente, que lo sea, pues el objetivo para todos
debería ser el alcanzar la mayor felicidad en todos los ámbitos. Si Cataluña
llegase a ser independiente quizá con
los años comenzaría un proceso expansionista (integración de aragoneses,
valencianos, baleares, -los franceses no se dejarían- etc.) y luego de otros
más, hasta quizá llegar a que todo el actual territorio español fuese Cataluña
y la capital Barcelona, que a lo mejor es el objetivo final que persiguen (sobre
todo después que el Quijote parece lo escribió un catalán), pues yo creo que todo el mundo lo que quiere es alcanzar el
máximo poder….. y lo más importante: el Madrid jugaría en la liga catalana.
Particularmente desearía que se
independizasen para que el tema quedase zanjado definitivamente, pues si ahora
no lo consiguen, seguirían insistiendo en ello constantemente, con el
consiguiente empeoramiento de las relaciones mutuas.