jueves, 9 de abril de 2009

Subvencionar igual a tirar el dinero

Hace unos días se publicaba en Diario de Navarra que los comercios de Pamplona habían recibido 237.153€ sobre los 900.000€ destinados por el Ayuntamiento a subvencionar al comercio de la ciudad. Es decir, sólo el 26% de ese presupuesto se había utilizado.
Mucho habría que hablar del tema de las subvenciones. Particularmente siempre he pensado que lo dado en subvenciones, en general, es un dinero tirado, y también que la aplicación de las subvenciones es totalmente injusta. Me explico.
Cuando para promocionar la contratación laboral se daba por cada puesto de trabajo 3.000€, ¿me quieren decir Vds. qué empresa, por recibir ese dinero, contrata a una persona sin necesidad? .Una empresa contrata a alguien, si de verdad la necesita, y si le dan 3.000€ pues bienvenidos sean, pero con o sin subvención la iban a contratar, por tanto esa subvención ha sido dinero tirado.
Ahora, para la remodelación del comercio, etc. dotan un Presupuesto de 900.000€ y como la economía va como va, los comerciantes sólo piden subvenciones por el 26%. Ese dinero es otra vez tirado, pues los que van a hacer esas obras las iban a hacer de todos modos, pues una subvención que puede llegar como máximo a 12.000€ de la inversión y que la han recibido solamente 7 comercios, mientras que el resto han recibido entre 752,38 y 9.794,38€, no hace que el comerciante desista de hacer dicha inversión si no obtiene esas ayudas.
Otras subvenciones que recuerdo últimamente son: la de 85€ por renovar electrodomésticos por otros de ahorro energético, o las ayudas a informatización de empresas y comercios, etc.También, desde mi punto de vista es dinero tirado, pues por lo dicho antes, si tengo que cambiar un horno o comprar un PC lo haré de todas formas, y la ayuda que pueda recibir será, como dicen en Cataluña “a mes a mes”.
La otra parte es la de las injusticias en la concesión de ayudas. La ayuda de electrodomésticos estaba abierta desde mediados de 2008 (creo recordar), hasta el 31 de diciembre y hasta que se agotasen los recursos. Me parece injusto, pues hace que no se den igual oportunidades a todos. Se daban los 85€ hasta que se agotase el fondo, con lo que si uno llegaba tarde se quedaba sin nada. Yo pienso que se tenían que recoger todas las solicitudes, y el 2 de enero repartir el total presupuestado a las solicitudes habidas, y entonces recibiría cada solicitante 85, 67 ó 23€ etc., no que los que más habían corrido cobraban 85€ y el resto nada. Lo mismo podría aplicarse a las ayudas a los equipos informáticos, y no creo sea tan difícil realizarlo.
Respecto a las subvenciones a comercios en este caso, pero lo mismo a empresas, etc. comienza el tema en que se anuncia que se pueden conceder ayudas de tal o cual tipo. Como la Administración es tan rápida, el tema se aprueba en una fecha x, para esa fecha hay gente que no puede esperar y comienza las obras, las cuales no son subvencionadas por estar comenzadas antes de que saliese la publicación de las mismas, otros tienen la suerte de comenzarlas dentro del período y, por tanto reciben la subvención, y otros comienzan después, con lo que se quedan sin nada. En este caso seguimos como antes, partiendo de que yo no daría ninguna ayuda, pero si las doy, tendrían que poder acogerse a las mismas los que hayan realizado obras de mejora, inversiones etc. entre una subvención y otra, para no estar discriminados, y porque realmente han hecho la inversión sin saber siquiera si iba a existir subvención de cualquier tipo.
¿Y qué haríamos con las cantidades que se destinan a subvenciones y que, según mi criterio, no daría? Pues destinarlas a obras de infraestructura u otros servicios dotacionales que hiciesen que, en el caso que nos ocupa, el comercio fuese más rentable, consistiendo principalmente esta acción en hacer que acudiese la gente a comprar a la ciudad. Si conseguimos que se compre en la ciudad, el comercio vende más, por tanto gana más y eso hace que se meta en inversiones “no subvencionadas” pues el incremento de beneficios hará que se puedan amortizar con holgura las inversiones que realicen. Si el comercio no espera tener ninguna mejora de su rentabilidad no invertirá, y prueba de ello es que el 74% del fondo dotado para subvenciones se ha quedado en las arcas del Ayuntamiento.
Pero claro, el ver qué tenemos que hacer a nivel de infraestructuras o servicios, etc. sólo está al alcance de personas bien preparadas y con experiencia, por lo que cada vez tengo más claro que “la subvención es la solución que dan los que no saben la solución” (y con ello tranquilizan su conciencia)

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