Como consecuencia de la convocatoria de elecciones para el 23 de julio de 2023, estamos viendo todos los días en los medios los problemas que se le plantean a Correos. Que si no se garantiza que todo el mundo que ha solicitado el voto por correo pueda tener la documentación con antelación al día 20 de julio, que, por otra parte Correos dice que todo el mundo ya la tiene, en fin…
Los pasos que tiene que seguir la persona que desea votar por correo, en la actualidad son los siguientes:
1. Acudir a una oficina de Correos provisto del DNI para solicitar el voto por correo.
2. Correos recaba ante la Junta General de Elecciones o el Organismo correspondiente, la documentación del solicitante.
3. Cuando Correos la recibe, tiene que entregarla por correo certificado en la dirección postal del peticionario, para lo cual
a. Hace una primera visita y si está el interesado le entrega la documentación
b. Si no está, vuelve otro día y si está le entrega y si tampoco está, le deja un aviso.
4. De nuevo el interesado acude a Correos para votar (caso de que ya tenga la documentación) y si no, la retira en ese momento y ya puede votar, porque si no, tendría que volver otra vez para hacerlo.
Los problemas que plantea este sistema son los siguientes:
1. Todos los solicitantes tienen que desplazarse a Correos a solicitar el voto por correo.
2. Correos tiene que hacer uno o dos viajes para tratar de entregar la documentación, con el consiguiente aumento de plantilla para poder hacerlo a tiempo.
3. Todos los solicitantes deben volver otra vez a Correos para votar.
Todo eso genera una cantidad de tiempo perdido – con los costos correspondientes - derivado de un sistema que pertenece a los siglos pasados, cuando la gente no se movía de casa, ni se iba a de vacaciones, ni tele trabajaba, etc.
Para posteriores convocatorias, y teniendo en cuenta el avance imparable de los sistemas informáticos, y de la evolución de la sociedad, en general, el proceso propuesto sería el siguiente:
1. El Registro Civil, que es donde se dan de alta (nacimiento) y baja (defunciones) a los ciudadanos, le asignaría un número de DNI desde que nace, aunque físicamente se le entregará cuando lo pida. Hasta aquí nada nuevo. Aunque no sé si ese número de DNI lo asignan ya en el nacimiento o cuando lo expiden.
2. La novedad propuesta se basa en que cuando se inscribe el nacimiento de una persona, se le asignaría una dirección de correo electrónico en una dirección exclusiva del Estado y que sólo serviría para comunicarse entre ambos para cualquier tema de la Administración (a definir posteriormente). La dirección de correo electrónico serviría para comunicarse la Administración con el ciudadano esté en la parte del mundo que sea y de forma instantánea.
Si esto se realizase, como propongo, el procedimiento en el caso de unas futuras elecciones sería el siguiente.
1. La persona que quiere votar por correo entra en la web o App del Estado o de la Junta de Elecciones y a través de su correo EXCLUSIVO para relacionarse con el Estado, pediría el voto por correo.
En el mismo instante recibiría la documentación en su correo.
Imprimiría las papeletas y el justificante a presentar en la mesa electoral
2. Con esa documentación y su DNI acudiría por primera y única vez a Correos y entregaría las papeletas en su sobre correspondiente y realizaría la votación.
VENTAJAS SOBRE EL SISTEMA ACUTAL
1. En el momento en que se convocan las elecciones todos los que desean votar por correo, sin moverse de su casa, lo piden y reciben en ese instante la documentación
2. Correos por tanto no tiene que hace ningún desplazamiento para entregar documentación alguna (salvo casos excepcionales)
3. El único desplazamiento que tiene que hacer el interesado es acudir a una oficina de Correos cuando quiera votar.
4. No sé cuánto pueden costar el organizar el voto por correo, aparte de las incomodidades para todo el mundo, pero debe ser una cantidad considerable, que, evidentemente nos ahorraríamos, para toda la vida.
5. No perdemos ni un solo día pues si lo solicitamos hoy, mañana podemos votar.
El sistema se basa en lo más simple del mundo como es el de asignar con el nacimiento, aparte del domicilio físico que tiene en ese momento, una dirección de correo electrónico para toda la vida y que permitirá tenerlo localizado en cualquier momento con independencia de donde pueda residir físicamente.
Aparte del ahorro y la eficiencia que para el tema actual de las elecciones tiene, creo yo, el sistema propuesto, esa implantación serviría desde ya, para todas las comunicaciones que hacen los Juzgados y otros Organismos del Estado.
Esta solución no es que se me acabe de ocurrir en estos días, no. Hace unos quince años por un tema personal conocí que el Juzgado enviaba un requerimiento a una persona y que, al no encontrarla en su domicilio, repetía el viaje una o dos veces más.
Le comuniqué al Juzgado dónde podía encontrarla, pues conocía dónde trabajaba ciertos días de la semana. Mi propuesta fue desestimada y continuaron con lo establecido de ir otra vez a su domicilio hasta agotar la vía establecida. El caso es que el asunto, sólo por la famosa notificación, de entrada se demoraba dos o tres meses con los consiguientes gastos y demoras para el demandante.…… cómo no van a estar los Juzgados hasta arriba de papeles y acumular las demoras que tienen.
Esto es sólo un pequeño punto en el que la aplicación del correo electrónico podría aplicarse para economizar y agilidad parte de la relación Administración-Ciudadano.
A partir de aquí habrá personas que digan “Qué bueno es esto. ¿Por qué no se les ha ocurrido antes?” Y otras que digan: “Pero todo el mundo no tiene teléfono móvil, ¿y si lo pierde?, ¿y si se cambia de móvil?, es que es muy mayor, no va a estar todos los días mirando ese correo para ver si tiene una notificación de la Administración.”
Esta reacción suele ser la habitual ante cualquier innovación. Le ponen un examen al nuevo sistema pero ese mismo examen no se lo ponen al sistema en vigor.
Tranquilos que todas esas pegas están solucionados.
Ahora sólo queda que alguien de la Administración tome nota, y si les parece bien, lo hagan, a ser posible con el personal que tienen y no caigan en lo habitual que es encargárselo a una de las Big Four, McKinsey, Boston. C. Group y otras por el estilo que se llevan unos contratos fabulosos de los Estados y que nadie conocemos. Pero eso no sólo lo hace el Estado Español sino casi todos los del mundo, lo que no signifique que está bien hecho.
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